30 años de la caída del muro de Berlín

Miles de líderes y personas se reunieron en la ciudad para celebrar el trigésimo aniversario del fin de la muralla que dividió a Alemania, fue icono de la guerra fría, de las divisiones políticas y económicas del nuevo mundo.

El muro de Berlín fue el símbolo más grande de la división entre Alemania Occidental, capitalista, y Alemania Oriental, comunista. Su construcción se llevo a cabo en el año 1961 y tenía una extensión de 43 kilómetros de largo, una altura de 3 metros y estaba custodiado por torres, cercos eléctricos, y militares. Durante su existencia más de 5.000 personas trataron de cruzar el muro, más de 3.000 fueron detenidas. Alrededor de 100 personas murieron en el intento.

Luego de vencer en ambas guerras mundiales, los aliados se quedaron con las tierras teutonas. Ahora el conflicto era ver como se dividían los sectores entre Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS). En una conferencia entre Franklin Roosevelt, el soviético Iósif Stalin y el primer ministro británico Winston Churchill discutieron los pasos a seguir.

Llegaron a un acuerdo donde, el este quedó bajo custodia del Ejército Rojo. En cambio, el oeste se repartió entre Estados Unidos, Reino Unido y Francia, las principales potencias mundiales. Mientras que Berlín, se partió en dos con la misma lógica de este y oeste.

Se formo Consejo de Control Aliado como órgano de gobierno de Alemania, hasta que el país, pudiera volver a autogestionarse. Pero la disputa entre los rusos y estadounidenses para convertirse en potencia del nuevo mundo hizo generar desconfianza.

La disputa y creación.

Con la salida de la URSS del consejo, se empezó a gestar que el país europeo no se unificaría en un pronto periodo de tiempo. El 7 de octubre de 1949 se formó la República Democrática Alemana (RDA) bajo control de los rusos. Mientras que, del lado oeste, el mismo año, se formó la formación de la República Federal de Alemania (RFA) por las fuerzas aliadas.

El mayor problema era Berlín, la cual estaba partida al medio. El 24 de junio de 1948 estalló una de las primeras grandes crisis de la Guerra Fría: el Bloqueo de Berlín. En represalia por la adopción del marco alemán como moneda de Berlín Oeste, la Unión Soviética bloqueó todas las vías de acceso terrestres a la ciudad.

El estatus de vida entre las Alemanias se diferenció, a pesar de tener avances, el sector de la URSS no era tan prospero como el lado occidental. Entre el 49 y la creación del muro mas de 2 millones de personas escaparon hacia la RFA. En su mayoría eran jóvenes, Ingenieros, trabajadores calificados, profesores, directivos y médico, lo cual provocaba una pérdida económica al oriente.

Walter Ulbricht, en una conferencia de prensa el 15 de junio de 1961, argumento “¡Nadie tiene la intención de levantar un muro!”. El 13 de agosto del corriente año el muro era una realidad. Al comienzo un alambre provisorio, de los 69 pasos, quedaron solo 12 y los medios de transporte no podían cruzar. Con el tiempo 43 kilómetros de concreto separaban las dos Berlín, y todo su contorno era imposible franquear.

Se creó la llamada “franja de la muerte”, formada por un foso, una alambrada, una carretera por la que circulaban constantemente vehículos militares, sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia y patrullas acompañadas por perros las 24 horas.

Su caída.

El icono de la denominada “Guerra Fría”, entre Estados Unidos y la URSS, que dividió ideologías políticas, pensamientos, diferentes formas de economía y hasta separo familias empezaba a ver su final.

Su caída vino motivada por la apertura de fronteras entre Austria y Hungría en mayo de 1989. Cada vez más alemanes viajaban a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana. Este hecho, motivó enormes manifestaciones en Alexanderplatz.

Con las fronteras abiertas, el bloque de hormigón ya no tenía ninguna finalidad. Por eso, El 9 de noviembre de 1989, la República Democrática Alemana, da un comunica donde anunciaban que se levantarían las restricciones de viaje para los alemanes orientales. Minutos mas tarde una multitud se abalanzó sobre el muro para derribarlo con sus propias manos.

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