Colombia bajo una brutal represión

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Cientos de personas se concentraron hoy frente al consulado colombiano en Buenos Aires para apoyar a las protestas que torcieron el brazo del Gobierno de Iván Duque y su reforma tributaria, y para denunciar la sangrienta represión en ese país andino, que dejó al menos 19 muertos y 800 heridos.

La socióloga y militante colombiana por la organización Defendamos la Paz Internacional, Denis Rojas, fue una de las que se manifestó frente a la sede diplomática y denunció que las organizaciones de derechos humanos continúan relevando con dificultad la cantidad de víctimas de la última semana.

Pidió a la prensa internacional que trate de saltar lo que calificó como “el cerco mediático” de los principales diarios y canales de televisión de su país para informar sobre la situación de su país.

“La situación de violencia, de gestión de la pandemia, la reforma fiscal a la salud, incluso jubilatoria han generado descontento y el Gobierno no ha oído a los reclamos de la sociedad, respondió con mayor represión y ordenó la militarización de las ciudades”, contó Rojas.

Un caso fue el que se dio a conocer anoche a través de redes sociales en distintos barrios de la ciudad Cali, epicentro de la represión y los disturbios, donde un contingente de más de 1.000 efectivos, entre militares y policías, irrumpió en uno de los llamados “velatones” -manifestaciones pacíficas en las que se prenden velas a los muertos- y disparó indiscriminadamente contra civiles desarmados.

“Para nosotros es muy importante que la prensa internacional recurra a fuentes primarias. Sabemos que muchos recurren a la información de los diarios Semana o Tiempo, pero Semana hace mucho dejó de tener rigurosidad periodística”, aseguró.

Horas después de la balacera en Cali, el cruce de las avenidas porteñas de Santa Fe y Pellegrini se llenó de amarillo, azul y rojo, y carteles en los que se podían leer frases como: “Yo me planto para que caiga la corrupción, que pare la represión y se detenga este genocidio”, “Líder social no es delito”, “Uribe y Duque al tacho de la historia”, “En Colombia están matando civiles”.

Para la socióloga, la indignación se hizo evidente cuando los sectores económicamente más fuertes recibieron auxilio del Gobierno durante la pandemia, pero se agravó cuando para solventar esa ayuda se les pidió a sectores medios y populares una mayor carga impositiva.

“La pobreza en Colombia está por encima del 40% y era muy lesivo gravar con el IVA a productos básicos de la canasta familiar y a los servicios públicos”, explicó.

Tras conseguir que el presidente Duque retire su reforma impositiva y prometa reescribirla, las organizaciones que lideran las protestas ahora sumaron otros pedidos concretos, principalmente, una renta básica para la gente en condiciones de marginalidad, que le permita acceder al consumo básico y a reactivar la economía.

Pero para Rojas el problema detrás del malestar social no es solo económico ni se limita a la pandemia. “El Gobierno logró cumplir una promesa de campaña que era hacer trizas los acuerdos de paz, silenció los programas de sustitución e inversión en las zonas donde hay cultivos de coca, e incumplió con la garantía de la vida de los combatientes firmantes de paz. Son más de 100 líderes comunales de procesos de reorganización económica con proyectos productivos los que fueron asesinados selectivamente”, recordó desde las calles porteñas.

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