El presidente de Brasil participó este domingo en un nuevo acto en Brasilia contra el Congreso y la Corte Suprema en el que afirmó haber llegado “al límite” y donde se registraron agresiones a periodistas y fotógrafos.
Bolsonaro aseguró que las Fuerzas Armadas y el pueblo están del lado de su Gobierno y que harán cumplir la Constitución a cualquier precio, al dirigirse al pequeño grupo de simpatizantes concentrados frente al Palacio presidencial de Planalto.
Los miles de simpatizantes del presidente que esperaban con atención su discurso cantaron el himno nacional y luego rezaron un Padre Nuestro frente a la Catedral Metropolitana. Sostenían carteles con leyendas tales como “Armas para los ciudadanos de bien” o “Moro canalla de Curitiba”
La protesta se produce en un momento de crisis política en Brasil tras la renuncia del exjuez Sergio Moro como ministro de Justicia. El mandatario aprovechó la ocasión para volver a atacar a los gobernadores que insisten en continuar con el aislamiento social en el país.
El presidente se mostró irritado por la decisión del ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, de bloquear el nombramiento de Alexandre Ramagem a la Dirección General de la Policía Federal.
El gobernante dijo que quiere: “un gobierno sin interferencias que puedan obstaculizar el futuro”. Siguió: “Le ruego a Dios que no tengamos problemas esta semana porque llegamos al límite. No hay más conversación de aquí en adelante. No solo exigiremos, haremos cumplir la Constitución y será cumplida a cualquier precio. La paciencia se acabó”.
Este domingo, y a pesar de que Brasil tiene más de 100000 infectados y 7000 muertos, Bolsonaro, sigue menospreciando la gravedad de la COVID-19, a la que califica de gripecita, y defiende la reapertura del comercio, volvió a asegurar que los brasileños quieren trabajar, aunque las encuestas de opinión recientes dicen lo contrario.
La participación del gobernante en estos actos, sumado a las críticas por su gestión durante la pandemia, han servido de argumentos a la oposición para presentar ante la Cámara de Diputados una treintena de solicitudes para la apertura de un juicio político contra el gobernante con fines de destitución.
El diario Estadão contó que durante el acto un grupo de manifestantes empujó y golpeó a dos trabajadores del medio, al grito de “Fuera Estadão”. También arremetieron contra periodistas de Globo TV. En ese momento, y a pocos metros de distancia, uno de los presentes en el acto le advirtió al presidente Bolsonaro que los profesionales de la cadena televisiva estaban siendo expulsados del lugar. El presidente, lejos de condenar la actitud, respaldó las críticas a la emisora: “La gente de Globo viene hasta aquí solo para decir tonterías. Esta televisora realmente fue demasiado lejos”.