El nuevo disco de Natalia González Figueroa Reyes, titulada “Beethnoviana”, tiene las sonatas integrales que realizó el gran compositor Ludwig Van Beethoven, que fue el que inauguró la puerta al período del romanticismo.
Refinamientos y fragancias sonoras, despierta la intérprete Natalia González Figueroa Reyes en su nuevo disco llamada “Beethnoviana”, donde realmente es un gran placer sentirla escuchar ya que posee una gran capacidad para hacer sonidos dulces y a su vez temperados. este material, como su nombre lo indica, contiene sonatas que compuso el maestro Ludwig Van Beethoven.
Una sonata, a diferencia de una sinfonía, es una obra escrita para un solo instrumento, estuvo de moda en el siglo XVII Y XIX. Es una obra grande divida en varios movimientos, y puede durar desde 15 a 40 minutos, donde hay exposiciones de un tema central, un desarrollo, otra re exposición y un final. Hay que aclarar que cada movimiento que conforma la unidad de la obra puede tener varias melodías, y el objetivo es lucir al solista.
Tradicionalmente las sonatas empezaban con un movimiento alegre, después seguía un movimiento más lento, y terminaba con otro movimiento alegre, en los programas estaría indicado con idioma italiano.
Beethoven ya a mediados del siglo XIX, cambia la estructura de la sonata, poniendo carácter intensivos, muy apasionados y con mucho énfasis, hay documentos que indican que este gran compositor era muy expresivo a la hora de tocar de modo tal que a mucha gente hasta lo hacía emocionar. Por ejemplo muchas de sus sonatas empezaban de manera muy tensa, realmente toda una novedad para la época.
El disco “Beethnoviana”, contiene la Sonata N°8 en Do menor “Patética” con sus tres movimientos:
I Grave; allegro di molto e con brío.
II Adagio cantábile.
III Rondo: allegro.
Y la Sonata N°2 op. 3. en Do Mayor con sus cuatro movimientos
Allegro con brio.
Adagio.
Scherzo: Allegro.
Allegro assai.
De esta manera la pianista hace un recorrido sonoro de este gran compositor que ha dejado un impresionante legado, entre ellos pilas de música para piano, de violín y para sinfónicas, este disco es una gran oportunidad para celebrar el 250° aniversario del nacimiento de Beethoven, ya que todos los conciertos en su conmemoración fueron suspendidos por la pandemia.
Natalia González Figueroa Reyes, como Beethoven, ha roto las formas tradicionales de la música clásica, al agregar como bonus track el rondó del III movimiento de la Sonata “Patética”, en versión Beat Box a cargo Beaxionaryo como artista invitado, otorgándole a este nuevo material algo muy innovador, porque este tipo de propuestas no es muy común que aparezcan en los discos de música clásica.
Acerca de la pianista
Natalia González Figueroa Reyes, es unas de las pianistas argentinas con mayor proyección internacional junto con Tomás Alegre, Hugo Schuler, Antonio Formaro, Joaquín Brodacachar, Juan Roleri, entre tantos otros, su dulzura y delicadeza siempre se imprimen en sus interpretaciones, dándole así un efecto de frescura y originalidad.
Ella es Graduada como Profesora Superior y Licenciada en Artes Musicales con especialidad en Piano en el actual DAMus UNA, bajo la guía de la profesora Laly Escobar. Fue una de los 5 primeros becarios para perfeccionamiento de Jóvenes Músicos de Iberoamérica de la Fundación Carolina y Juventudes Musicales de Madrid en el 2001. Recibió más tarde una beca del Gobierno Italiano para perfeccionarse en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia en Roma durante el año 2008.
Continuó estudios en Londres con el Mtro. Alberto Portugheis. Desde el 2011 recibe consejo artístico del pianista y musicólogo Mtro. Luca Chiantore. Asimismo, realizó estudios de perfeccionamiento en Argentina, España, Italia, Hungría e Inglaterra con maestros como Antonio de Raco. En 2012 recibe la Beca Directorio del Fondo Nacional de las Artes. Se ha presentado en el Teatro Colón y en distintos países europeo. Es además Ganadora del Premio FM 100.3 2006 de ALAPP ARGENTINA, el 2do Premio de piano en el Concurso Bienal Juvenil 2007 de Juventudes Musicales de Buenos Aires. y del primer premio del XXII° Curso, Concurso y Beca Internacional 2008 de la Fundación El Sonido y el Tiempo Internacional.