Sur

Es real que cuando conoces la Patagonia Argentina te dan ganas de quedarte a vivir.

Miras a través de las ventanas de madera de un taller de costura y te imaginas algún emprendimiento propio que no requiera tanto talento, o un jardín con las mismas rosas de mil colores cuidadas por los duendes del sur.

Ves a los perros a trote por las veredas, todos con collar, sin miedo a pasearse solos, y te imaginas uno tuyo feliz de no estar dando tumbos en Callao y Santa Fe.

Descubres un terreno en venta al lado de un arroyo y piensas en la casita del retiro, y en que le pedirías a la gente de la posada el contacto para poner tu propia piscina calentita en el patio; te imaginas sembrando flores y colgando hamacas alrededor.

Es cierto que en cualquier momento el bicho citadino empieza a darte vueltas en las entrañas queriendo escuchar alguna sirena que le arrulle el sueño, o encontrar un lugar abierto para comer a las tres de la tarde. Son tantos años de ruido que no sabes cuál vino primero: si el de la calle o el del pensamiento.

Por suerte ya es la hora del despegue; es real que estás volviendo recargada, sobre todo después de mirar tanta agua en total calma, tanto espacio y tanta apertura. Así como el que tus ojos se van llenos y agradecidos por reencontrarse con un paisaje tan familiar, con pinos, montañas y luces titilando en lo alto como en un pesebre.

De verdad estás volviendo suelta, después de tanta risa y tanta suerte, de tangos al piano en un bar de barrio y de caminos coreando canciones desafinadas en compañía tan afinada. Asimismo lo es el que ya estás pensando en la vuelta, porque lo que hace al relieve, casi siempre, es el contraste.


Sara Jiménez Molina es venezolana, aunque vive en Argentina desde hace 8 años.

De profesión es ingeniera industrial, pero de vocación también es escritora y voluntaria.

Desde muy joven inventa historias que en los últimos años ha comenzado a plasmar en papel.

Participó con un relato en el primer número de la revista de Arte Bluebee en Londres (Bluebee, 2019).

En Argentina, publicó el libro de relatos Todos tus Bichos (Niña Pez Ediciones, 2020)  y participó de las antologías Mujeres Empoderadas (Niña Pez Ediciones, 2020), Como las arañas (Peces de Ciudad, 2017), Microrrelatos con Conciencia Social (Macedonia, 2016) y 20 uvas (Internacional Microcuentista, 2015).

Se la puede encontrar  también en Instagram.

1 COMENTARIO

  1. Maravilloso relato! La escritura de Sara Jimenez Molina es envolvente y suave, uno siempre se siente a gusto entre sus palabras. Su libro Todos tus bichos es de imprescindible lectura.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí