CRISIS: EL CALDO DE CULTIVO PARA LA CREATIVIDAD
Lejos de la angustia, muchos de los argentinos transitan la crisis laboral con ingenio y un espíritu camaleónico, retomando ideas antiguas y rediseñando para sus vidas actividades completamente diferentes y creando una nueva significación del éxito.
Ninguno, ni siquiera el más negativo, hubiese imaginado que este año traería solapada la peor crisis social y económica desde el 2006, donde el desempleo asciende al 10,4%, representando a 2 millones de personas que, desafortunadamente, junto a los trabajadores informales y a los que ya llevaban entre 3 y 6 meses buscando empleo, pasan a engrosar una de las estadísticas más dolorosas y preocupantes.
Sin embargo, dentro de este contexto, también se puede ser testigo de un nuevo apogeo del espíritu emprendedor. Analistas que se dedican a la repostería, licenciados que conectan negocios con famosos e influencers, son solo algunos ejemplos en donde un cambio drástico de actividades disipó los miedos, funcionó como trampolín para concretar un desarrollo personal y dejó en manifiesto ese gen resiliente tan característico. A fines de obtener una visión más analítica de los siguientes casos, es propicio recurrir a un psicólogo y psicoanalista de renombre como Gabriel Rolón, para que explique como un licenciado en comunicación, una contadora pública y una analista administrativa supieron consagrarse como exitosos emprendedores y ganarle la pulseada a la crisis.
La crisis como catapulta al éxito.
Nicolás y Cecilia son una pareja de Villa Crespo de más de 3 años de relación, se desempeñaban como licenciado en comunicación y contadora pública en empresas privadas y comenzaron el 2020 alquilando y viviendo juntos. En marzo, luego de un mes y medio de convivencia, la pandemia y cuarentena fueron esos visitantes indeseables que trajeron las peores noticias, ese mes ambos perdían sus trabajos.
Luego de estar unos días desahuciados, el ingenio y las ideas fueron desterrando a la desesperación, unieron las herramientas y habilidades que ambos tenían y crearon “Jecan”, una actividad que une influencers con marcas y otros emprendedores en redes sociales. “Les enviamos productos a famosos y, a cambio, ellos suben historias en Instagram etiquetando a la marca y generándoles visibilidad”, señaló Nicolás.
Según Rolón, estos cambios radicales en el comportamiento son completamente lógicos: “La cuarentena contiene todas las características de un duelo, pasamos de negarlo, enojarnos, tratar de encontrar un acuerdo con lo establecido, deprimirnos y aceptarlo”.
A fines de fortalecer estas afirmaciones es oportuno trasladarse en un vuelo imaginario hasta Tandil, donde Yesica, una analista administrativa con más de 9 años de experiencia correría con la misma suerte. Su rutina no contemplaba las pausas necesarias y la situaba siempre entre la oficina y su casa, en donde alternaba sus obligaciones y quehaceres con el cuidado de sus hijos. El parate repentino de actividades que impuso el aislamiento la sorprendió primero con una merma en su trabajo y luego mediante un comunicado de su empleador con la pérdida del mismo.
Confinada en su hogar atravesó muchas emociones encontradas: estupor, impotencia y angustia, fueron algunas de las sensaciones que gracias al tiempo y un encuentro mágico con las anotaciones y recetas de su abuela le permitieron licuar y transformar esos sentimientos en un deseoso legado por conseguir su propio sello en el mundo de la pastelería y creó: “Dulcinea, repostería casera”.
“Al principio, con la suspensión de eventos, la venta de pasteles cayó y tuve que reinventarme. Empecé a realizar pequeños pedidos, postres, bizcochos, budines y productos que la gente pueda comer todos los días. Y desde la segunda semana de cuarentena las ventas empezaron a crecer”, contó Yesica con entusiasmo.
Es evidente que ante un escenario de colapso social como el que vive este país y la presión que conlleva mantener una estabilidad económica predispone y sitúa de manera diferente a las personas. Es común encontrarse a algunos que se sumergen en la depresión, la quietud y el ostracismo y otros que son capaces de ver en cada crisis una motivación, un reto y una posibilidad, alimentando y acrecentando el famoso gen emprendedor del que todos hablan. Con respecto a esto, Rolón indicó: “Las situaciones de crisis siempre nos ponen a prueba. nos enfrenta a cada uno de nosotros con lo que somos más allá de su origen. Aparecen fortalezas, debilidades y de eso depende el tiempo que nos lleve recuperar el equilibrio”.
Jecan y dulcinea en un peldaño más alto.
La actualidad de Jecan y Dulcinea elevan la mirada a otra dimensión a la hora de entender el emprendedorismo. Muchas veces se recurre a tareas secundarias o eventuales para solventar algún compromiso económico en particular, pero pocas veces se las considera de manera absoluta. Este contexto extraordinario lleva tanto a Nicolás, Cecilia como a Yesica a encarar sus nuevas labores de forma completa y descubrir que con seriedad, horas y dedicación podían no solo cubrir los gastos, sino que también generar un mayor ingreso, inclusive para poder ayudar a su familia sin descuidar la calidad en sus productos.
Las coincidencias al momento de comparar ambos emprendimientos son muchas: el bajo costo en su puesta en marcha, su buen presente y crecimiento son algunas de las cosas que se complementan con la satisfacción que brinda la autosuficiencia. Lo más llamativo es que, a pesar de las diferentes actividades y restricciones que les plantean sus ciudades, a la hora de responder si creen que esta nueva actividad llegó para quedarse, son contundentes: “¡A full, es una actividad muy efectiva! A futuro, también podremos invitar a las celebridades a que vayan a los restaurantes y generen contenido desde allí”, indicaron Nicolás y Cecilia. Por su parte, Yesica agregó: “Sí, para mí fue un puntapié para poder desarrollar algo que tenía en mente y desenvolverme sin jefes ni depender de otros”.
El espíritu emprendedor existe y muchas veces aparece cuando más lo necesitamos, cuando cuestionamos un sistema económico que nos agobia o a la hora de llevar a cabo un legado o sueño. “Somos un pueblo que ha enfrentado desafíos, supimos tener ilusiones y alcanzar algunos sueños. En ese sentido somos resilientes de por sí, no me sorprende que aparezcan nuevos emprendedores, porque más allá de ser un recurso válido para apalear una necesidad económica, también funciona como herramienta para mantenerse activos y esperanzados”, concluyó Gabriel Rolón.
Sin dudas emprender es una mirada positiva, la clave para encontrar siempre una mejor versión, un disparador que eleva la vara hacia un destino de fronteras propias, el instrumento para expandirse hacia lo inapreciable. No entiende de edades ni de preconceptos, porque tiene su origen en una buena decisión.