Este álbum doble incluye las piezas para piano Op. 118 y 119 de Johannes Brahms, las Sonatas No. 3, 27 y 32 de Ludwig van Beethoven y sus once Bagatelas Op. 119.
Rigory Sokolov es uno de los mayores representantes de la escuela pianística rusa. Emplea maravillosamente bien esta técnica tan difícil para la mayoría de los pianistas ya que requiere de mucha versatilidad, coordinación y concentración. Es considerado por algunos críticos como el mejor pianista contemporáneo, sus toques lo hacen muy especiales, tiene una sonoridad única que no se pueden describir con palabras, y esto es gracias al enorme trabajo sonoro que viene desarrollando desde los cinco años de edad, toda esta gran dedicación hizo que ganara a los dieciséis años el exigente Concurso Internacional Chaikovski, presidido entonces por Emil Gilels, donde le concedió por unanimidad la Medalla de Oro en 1966.
Sus interpretaciones están llenas de buena energía, pasión y vitalidad. Estas virtudes se pueden comprobar a través de la grabación del doble disco que lanzó el sello Deutsche Grammophon para conmemorar los 250° del nacimiento del gran compositor Ludwing Van Beethoven.
Rigory Sokolov no tuvo mucha transcendencia por varias causas, entre ellos porque muchos artistas de la Unión Soviética no podían viajar a otras partes del mundo. Además, por decisión propia no ha realizado muchas grabaciones. En este sentido el pianista declaró que “los discos no son fieles porque no dan la posibilidad de valorar realmente la ejecución como una interpretación en vivo, las presentaciones en vivo tienen otra mística que no se vive en un estudio de grabación”.
Realmente es muy estricto en lo que respecta a su modo de ver la actividad en estudio: rechaza cualquier trabajo de edición o retoque en sus discos pues quiere que los registros sean fieles a la realidad de aquello que haya sucedido durante la interpretación en vivo.
Luego de que se disolvió la Unión Soviética, el intérprete ruso empezó a ocupar las principales salas de Norteamérica y de Europa, tuvo una gran explosión dentro del ambiente clásico y, si bien ha tocado con grandes orquestas, su actividad concertística se limitó exclusivamente a las presentaciones como solista.
Gregory Sokolov no da más de 70 conciertos anuales, esto es porque aborda muy profundamente su repertorio desde distintas perspectivas pianísticas. Siempre que se concentra en un programa lo explora con mucho nivel de detalles, por lo tanto, brinda poco conciertos pero de muchísima calidad.
Los discos de Sokolov son bienes muy preciados debido a que no hay muchas grabaciones de él. Serían como artículos de colección, por eso el sello discográfico Deutsche Grammophon, que le ha grabado a infinidades de estrellas de la música clásica, decidió lanzar este doble álbum con piezas especialmente seleccionadas por el pianista. Al respecto, Sokolov comentó: “me someto a una única regla a la hora de elaborar un programa: sólo toco las músicas que amo, esas obras que me impulsan a la necesidad de tocarlas. Es un amor que nace de un modo espontáneo y desconozco de dónde procede”.
En esta grabación se va a poder disfrutar de las sonatas para piano Op. 118 y 119 de Johannes Brahms, además de las Sonatas No. 3, 27 y 32 de Ludwig van Beethoven y sus once Bagatelas Op. 119. Este álbum viene acompañado por informaciones, biografías y hermosas fotos de este gran pianista.