En una polémica carrera debido a las inclemencias meteorológicas, Max Verstappen se quedó con el GP de Bélgica, escoltado por George Russell y Lewis Hamilton.
La lluvia fue una amenaza constante los tres días que abarcó la visita de la F1 a Spa-Francorchamps, pero el día de carrera, el agua fue mas protagonista que las jornadas anteriores.
En un principio el comienzo de la carrera estaba pactada para las 10 de la mañana hora argentina, pero la lluvia y la neblina en esos momentos eran cosa seria, por lo que pospuso diez minutos el inicio de la competencia.
El principal aspecto que se mencionó, y que luego aclaró Esteban Ocon en una entrevista, era la dificultad visual debido al agua que despedían los coches que iban adelante.
Michael Masi, director de carrera de la F1, siguió posponiendo el comienzo de la competencia con el correr de las horas, hasta se llegó a un momento de incertidumbre en el que ni los equipos sabían lo que sucedía.
Luego de un par de horas los pilotos dieron una vuelta con el auto de seguridad al frente, pero al finalizar el giro, volvieron a boxes nuevamente.
No obstante, Masi escatimó la relargada para las 13:17 con una hora de duración de carera, hecho que concretaron dando tres giros con el auto de seguridad hasta que la suspendieron nuevamente.
A las 13:45 la FIA en coordinación con Masi decidieron dar por finalizada la carrera y respetar las posiciones finales de los últimos tres giros, quedando Verstappen como vencedor.
Con este resultado se otorgó la mitad de puntos a los pilotos, situación que contempla el reglamento tras realizar el mínimo de vueltas (2) en una carrera.
Con el triunfo, Verstappen quedó a tres unidades de Hamilton en el campeonato, y Russell (quien logró su primer podio en la categoría) le dió a Williams nuevamente un podio tras el logrado por Lance Stroll en Bakú 2017.