Poema a un psicópata
Mi memoria recurre al dolor,
vuelve a tu frágil forma de romperme,
es cuando logro descubrir el potencial
que mi triste espíritu había encerrado con llave.
Con palabras venenosas susurradas
iba perdiendo mi personalidad,
y desde el suelo de la guerra psicológica
mi luz lentamente se apagaba.
Atacaste mis ideales para debilitarme
Y luego me acusaste de estar delirando,
Nunca antes traicioné tanto mis valores
Por quien nunca conectó con mis emociones.
¿Cuántas veces me sentí culpable?
y revivía los demonios de mi pasado
solo para justificar el maltrato disfrazado
que con solo un gesto eras capaz de ejecutar.
Mis logros siempre fueron insuficientes
porque no te convenía que el mundo me viera,
nunca fui tan triste como esa vez que confié
en los sentimientos que solo imitabas.
El intercambio de mi esperanza
por el sosiego de tu maldito ego
me costó la tranquilidad de muchas noches,
de las que no logro recuperar el sueño.
Me acusaste de perder la cordura
y me castigabas con hirientes silencios,
dejando suspendida en la nada misma
cada interrogante a tu juego macabro.
Descubrí el perfil de tu encanto,
alimentado por suplementos inconscientes,
mientras tus caretas de carnavales grises
caían al costado de mi mente manipulada.
Lloraba de vergüenza y lástima,
me había fallado a mí mismo
desde el momento que preferí condenarme
a enfrentarte por miedo al abandono.
Mis suspiros entrecortados por el terror
retomaban el valor que siempre tuve,
y apuntando con el arma del conocimiento
disparé directo a la sien de tu maquinación maldita.
Salí de allí con algunos rasguños,
provocados por el filo de tus malas intenciones,
pero con un alma inmune al dolor
tus patrañas eran solo insultos a mi inteligencia.
Nunca antes nadie me dio tanta pena,
cuando por fin vi la basura que llevas dentro,
y me perdoné a mí mismo,
mientras caminé descalzo por un puente colgante.
Mi orgullo se levantó como un fuerte titán,
y fortalecido por tus intentos de menosprecios
derribó el pedestal de tu deforme figura,
la que siempre creí perfecta.
Hoy eres solo cenizas y vanidad,
¿Tan prudente es el tiempo?
¿Tan poca cosa me creía
para bailar al ritmo de tu corazón?
No maldigo la prueba de tu derrota,
sino la confianza que había perdido en mí,
bendito sea el amanecer de mis ojos
junto a quien admira mi heroica supervivencia.
No te convertiste en poca cosa,
me di cuenta que nunca fuiste nada,
maldigo el tiempo en que cruzaste los dedos
para que mi memoria siempre recordara.
Josué Rey (18/01/1984) nació en La Grita, estado Táchira (Venezuela) y migró a Argentina en el 2016.
A la edad de doce años comenzó a escribir y actualmente se desenvuelve como bloguero, contando además con un podcast difundido en distintas plataformas (Youtube, Spotify). cuyo guión es de su autoría.
En el año 2018 ganó el primer lugar de Misivas Románticas con la Biblioteca Fiat Lux, (Colón, Argentina) con “Misiva de un extraño”. En ese mismo año, publicó el cuento “Un niño en el bosque”, incluido en la antología Homenaje al amor 2018 del Grupo de Escritores Argentinos.
En marzo 2020 fue publicado su relato “La mujer de mi hermano” en la revista argentina Extrañas Noches. Su trabajo más reciente (2020) fue la difusión de una campaña social llamada “Maltrato Cero” que contó con la difusión en video por el Diario Clarín.
Redes: Blogspot, Instagram, Facebook.
Foto: Geralt
Hola, Jennisa. Muchas gracias por tomarte el tiempo de escribirnos <3 . Tanto para el autor como para nosotros es súper importante conocer qué impresión les van dejando las obras.
Próximamente va a haber más poemas de Josué.
Saludos.
Maravilloso poema, te engancha desde el principio.