Luego de los múltiples escándalos que lo involucran en hechos de corrupción, comisiones y lavado de dinero, el monarca emérito ha comunicado a Felipe VI que se marcha de su país sin indicar destino.
Así se lo ha comunicado a Felipe VI, en una carta en la que anuncia su decisión de trasladarse fuera de su país. Las noticias sobre los negocios turbios de Juan Carlos I venían sucediéndose desde marzo, pero últimamente han tomado mucha relevancia. El Gobierno, tras la presión política del arco parlamentario exigiendo comisiones de investigación y un debate de la utilidad de la monarquía, esperaba que Felipe VI tomara medidas contundentes para desligar la institución que representa de los comportamientos indebidos de su padre.
Juan Carlos I se adelantó y presentó una carta donde desde el primer párrafo se muestra consciente de que irse de España es dejarle un problema a su hijo. “Con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad”, manifestó en esas líneas.
El rey emérito atraviesa varios escándalos que salpican su integridad como: comisiones del AVE a La Meca, cesiones de 65 millones de dólares a Corinna, envíos de dinero a Marta Gayá, sociedades panameñas, etc. En la carta, no se explica dónde vivirá a partir de ahora ni en qué momento se hará efectiva su salida del Palacio de La Zarzuela, donde ha residido los últimos 57 años, aunque algunas informaciones señalan que ya está fuera de España.