El presidente de Haití, Jovenel Moïse, murió esta madruga tras un asalto en su casa de Puerto Príncipe. Alrededor de la una de la madrugada un grupo de hombres irrumpió en la residencia e hirió de muerte al mandatario. La Primera Dama también fue gravemente herida y se encuentra hospitalizada.
No se ha podido identificar a los agresores, pero según las declaraciones del Primer Ministro Haitiano, algunos de ellos se comunicaban en español e inglés americano y condenó el hecho como “un acto inhumano y barbárico”. De acuerdo a declaraciones para la cadena CBS News, miembros del gobierno creen que el asesinato fue ideado por un grupo de mercenarios que se hacía pasar por agentes de la DEA.
Moïse tenía 53 años y gobernaba por decreto hacía más de dos años. En uno de sus últimos discursos, a mediados de junio, había solicitado el apoyo conjunto de la sociedad y organismos internacionales para terminar con los altos índices de violencia en el territorio.
Haití es uno de los países más pobres de la región. Su situación económica, política y social ha entrado en profundo deterioro en los últimos años, lo que contribuyó a que la violencia impartida de las pandillas armadas sea cada vez más agresiva. Es un territorio en constante conflicto debido a la escases de comida, combustible, una situación inflacionaria elevada y dónde la mayor parte de la población gana menos de $2 dólares al día.
Jovenel Moïse era considerado “dictador” por la oposición tras haber continuado bajo decreto por más de dos años. Sectores sociales no lo reconocían como presidente y sostenían que su mandato había terminado el 7 de febrero de este año. En ese mismo mes, el mandatario denunció que había recibido amenazas de muerte.