Desde la SDH pedirán que los prefectos no sean imputados por exceso de legítima defensa, sino como homicidio calificado. Según las pericias, la bala que mató a Rafael Nahuel ingresó por la espalda.
Según la querella de la Secretaría Derechos Humanos, durante el reconocimiento del terreno que se realizó después del hecho no se encontró ninguna vaina ni rastro de arma de fuego aparte de las decenas que pertenecían a los prefectos.
Además, la bala que mató a Rafael Nahuel le ingresó por detrás, lo que implica una situación de escape y no de agresión al momento del disparo mortal. Para la Secretaría de Derechos Humanos se trató de un homicidio calificado, sin ninguna justificación que sirva de atenuante.
Por esta razón, se informó este jueves que apelará los procesamientos dictados a los cinco prefectos acusados por el homicidio de Rafael Nahuel tras considerar que “no hay ninguna prueba en la causa que sostenga la teoría del enfrentamiento”.
El fallo del Juez Federal
El miércoles, Gustavo Zapata, Juez Federal de Bariloche, dictó el procesamiento de cinco prefectos por el homicidio de Rafael Nahuel, ocurrido en noviembre del 2017. El integrante de la Agrupación Albatros de la Prefectura Naval, Sergio Guillermo Cavia, fue considerado como autor del homicidio del joven mapuche en Villa Mascardi.
El magistrado lo calificó como “homicidio agravado por su comisión con violencia contra las personas mediante la utilización de armas de fuego, cometido con exceso en la legítima defensa”.
Esta imputación implica que existió un “enfrentamiento” entre el grupo de mapuches y los prefectos. Donde estos últimos se habrían “excedido” en el uso racional de la fuerza causando así la muerte de Nahuel.
Para llegar a esta resolución, el magistrado tomó como válida la última de las pericias balísticas realizadas en la ciudad de Salta. El informe arrojó como resultado que la bala homicida partió de la pistola del prefecto Sergio Cavia, a quien procesó como autor del hecho. Sin embargo, Gustavo Zapata, entendió que los otros cuatro albatros, Francisco Pintos, Juan Ramón Obregón, Carlos Sosa y Sergio García, fueron partícipes necesarios del hecho.