No Vida
Recordar su sonrisa la atormentaba. El sonido desgarrador que la envolvía penetraba fuertemente en su cerebro; el movimiento frenético a su alrededor, los tecnicismos que no entendía, y que aún viniendo de lejos, agujereaban su alma sin piedad. La ilusión de su vida hecha pedazos.
Fue un suspiro; del baño de casa, donde las primeras gotas de sangre habían enturbiado las baldosas del suelo, había volado literalmente hasta el hospital. Ahora sólo le quedaba una placenta que su cuerpo desprendía dolorosamente y un bebé que había dejado de respirar incluso antes de llegar a hacerlo por primera vez.
Rosa Granero tiene 36 años y ama la literatura romántica desde que era una niña.
En sus palabras: “Leer y sobre todo escribir me vacía a la
vez que me llena de una energía preciosa. He decidido compartir mis textos animada por aquellos que son pilar en mi vida; me emociona pensar que mis frases puedan remover, agitar y erizar la piel de personas que no conozco.“
Hace varios años que acumula historia breves y cuentos que hablan sobre su forma de entender la vida, así como textos íntimos que regala a personas importantes en su vida cuando siente que los necesitan.
Es maestra de educación primaria y madre separada de dos hijos deliciosos. Adora el mar y la montaña a partes iguales, la crianza respetuosa, la vida saludable, y perderse observando lento el ritmo frenético del mundo en una plaza repleta de gente.
Supone que su pasión por escuchar y analizar la han llevado a iniciarse en el mundo de la terapia, formación que justo empezó ahora.
Vive en un pueblo pequeño a las afueras de Barcelona, y su casa le parece un oasis de paz en el que se siente feliz.
La imagen que acompaña al texto corresponde a la escultura de Martin Hudacek, llamada Memorial del niño no nacido.