El minimalismo es un estilo de vida que se centra en lo esencial, en todos los aspectos. Es decir, comprar, consumir, obtener solo lo indispensable. Es así, como los excesos se dejan de lado según esta perspectiva. Su lema es “menos es más”.
Entre los beneficios que trae esta filosofía de vida se destacan: la claridad mental, la vida tranquila y sencilla, vivir en espacios ordenados y deshacerse todo lo que no se necesita ni utiliza. Una persona minimalista no vive pendiente de objetos materiales, sino, desprendido de ellos.
Además, ayuda a ahorrar tiempo respecto a la toma de decisiones. Por lo general, ocurre que cuentas más opciones tengamos, más tiempo tardaremos en decidir qué utilizar, cómo limpiar, qué comprar, qué comer, etc. Es así como reduciendo las posibilidades, nos ahorramos tiempo.
Otra ventaja es que el minimalismo ayuda a ahorrar dinero. Al llevar un modo de vida minimalista, tu consumo es más reducido y el dinero que no gastas en ropa, decoración, objetos de usar y tirar, etc., lo ahorras. Se trata de vivir con lo justo y necesario.
Además, esta escuela de vida aumenta tu nivel de claridad mental. Esto es así porque cuando tiramos todo aquello que no necesitamos nos invade un sentimiento de tranquilidad, bienestar y liberación.
Las personas que llevan un estilo de vida minimalista son muy organizadas, y son capaces de rodearse solo de aquello que verdaderamente necesitan y quieren y no de lo que es impuesto. También, suelen practicar meditación y yoga ya que ayudan a internalizar este concepto y a vivir de una manera plena en el aquí y ahora.
En síntesis, con el minimalismo se tiende más a escuchar que hablar, las personas que lo practican se centran mucho en sus palabras y en lo que dicen. Elegir qué decir, cuándo y dónde es uno de los hábitos más saludable de las personas minimalistas. Y vos, ¿podrías llevar adelante esta manera de vivir?