Miles de iraníes salieron a la calle para darle el último adiós al comandante asesinado por los Estados Unidos en un ataque aéreo el viernes por la noche en el aeropuerto de Bagdad. La escalada de violencia hace crecer la tensión entre ambos países y surgen amenazas de ambos lados.
El cuerpo de Qasem Soleimani llegó antes del amanecer el domingo a Ahvaz, donde lo esperaban cientos de miles de personas vestidas de negro. El canal de noticias Irib mostró imágenes del féretro envuelto en una bandera iraní, mientras tocaba una banda militar antes de ser trasladado a Ahvaz.
La multitud se reunió en la Plaza Mollavi de la ciudad, con banderas y retratos de Soleimani. El ayatolá Jamenei, advirtió de una “severa venganza” por el ataque. Mientras, las personas se golpeaban el pecho y gritaban “muerte a Estados Unidos”.
Al mismo tiempo, en la capital, Teherán, miembros del parlamento cantaron “muerte a Estados Unidos”, según informo la agencia de noticias Isna. Ali Larijani, presidente de la Asamblea Consultiva Islámica, dijo: “Trump, esta es la voz de la nación iraní, escucha”.
Asimismo, Abu Hamze consideró el asesinato de Soleimani como el “mayor error estratégico de los EEUU en los últimos 40 años”. Explicó que la reivindicación oficial de la autoría por Washington permite a Irán el derecho de “castigar a los estadounidenses con toda la fuerza”.
Por su parte el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif respondió en Twitter diciendo que la muerte de Soleimani fue una violación de la ley internacional y que cualquier ataque en sitios culturales constituiría un crimen de guerra.