Pasó un domingo diferente en Argentina, desde temprano la potencia del sol se hizo sentir haciendo reblandecer las nubes de la incertidumbre con aires de esperanza. Se olía, se percibía, se palpaba entre miles de banderas que rodeaban al Congreso un cambio de paradigma, el fin de una era, el comienzo de un desafío multipropósito que, no solo apunta a lo urgente, a temas de seguridad, a lo económico y lo social, sino que también se transformará en un punto de inflexión en lo cultural.
Cerca de las 11 de la mañana se multiplicaban los movimientos en el Hotel Libertador, lugar que ofició de morada de Javier Milei durante meses, todo el personal de seguridad ya estaba preparado para escoltar al presidente electo desde Av. Córdoba y Maipú hasta el acceso principal del Congreso, donde se celebraría la asamblea legislativa de traspaso de mando. Todo marchaba ordenadamente y con tinte cinematográfico, deleitando a los televidentes desde todos los ángulos con focos y con drones, hasta que repentinamente todo se detuvo; el presidente bajó de su auto para acariciar a un perro que se escapó desde la multitud. Un inesperado gesto humano que rompió todos los protocolos y avivó aún más los canticos que proclamaban por la nación y la libertad.
En el Congreso
Ya dentro del recinto antes de brindar juramento, el presidente se encontró con su compañera de fórmula y flamante vicepresidente Victoria Villarruel para firmar en primera instancia el libro de Honor del Parlamento. Es aquí donde se acentúan las personalidades de ambos cuando a sus rubricas le acoplan como una prolongación lógica las frases: “Viva la libertad carajo” y “Todo por Argentina”.
Luego el economista recibió los atributos presidenciales bajo un gesto adusto de Alberto Fernández y un silencio que se rompió contundentemente ni bien la banda presidencial fue acomodada en su hombro derecho… ¡Libertad, libertad!
Por otra parte, Cristina Fernández de Kirchner visiblemente ofuscada e intolerable propone una última pulseada gramatical a la hora de nombrar su puesto y rol saliente, pero pierde rotundamente ante su sucesora Victoria Villarruel, quien remarca con énfasis la designación de vicepresidente. Sin saludo de por medio Cristina se retira del recinto.
En las escalinatas del Congreso y frente a un centenar de personas el presidente Javier Milei dio su primer discurso, mostrando una clara diferencia con todo lo vivido en otras asunciones, se manifestó de espalda a la política y de cara al pueblo. Con un mensaje duro e implacable contra la administración saliente detallando la situación financiera y fiscal que atraviesa el país.
“Hoy el Kirchnerismo nos deja déficits gemelos de 17 puntos del PBI, a su vez de esos 17 puntos, 15 corresponden al déficit consolidado entre el Tesoro y el Banco Central. Por lo que la solución implica, por un lado, un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PBI que, a diferencia del pasado, caerá casi en su totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”.
Y en otro pasaje agregó: “Aun cuando al principio sea duro. Sabemos que a corto plazo la situación empeorará. Pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo, habiendo creado las bases de un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo. También sabemos que no todo está perdido. Los desafíos que tenemos son enormes. Pero también lo es nuestra capacidad de superarlos”.
En Casa Rosada
El presidente llegó a la Casa Rosada pasada las 13 hs donde saludó a cada grupo e invitados extranjeros en donde se destacó su afectuoso abrazo con Volodímir Zelenski de Ucrania a quien le otorgó una menorá de Janucá, el tradicional candelabro judío de nueve brazos.
Posteriormente Milei firmó el decreto 8/2023 que confirma el nuevo organigrama estatal, oficializando los ministerios de Relaciones Exteriores, Interior, Comercio Internacional y Culto; Defensa; Economía; Infraestructura; Justicia; Seguridad; Salud y Capital Humano. Además, la reforma incluye tres secretarías: General; Medios y Comunicación; y Legal y Técnica.
En la Casa de Gobierno también se dirigió al pueblo que esta vez se encontraba en la Plaza de Mayo, desde un balcón fue ovacionado, cantó y expreso: “En primer lugar, deseo darle las gracias a cada uno de ustedes por el cariño manifestado y por acompañarnos en estas horas de tanta alegría que tiene que ver con la llegada al poder de un presidente liberal libertario”.
En la Catedral Metropolitana de Buenos Aires
Javier Milei, Victoria Villarruel y todo su gabinete se dirigieron caminando desde Casa Rosada a la Catedral Metropolitana para participar de una invocación religiosa que fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, en el marco de los actos por el inicio del nuevo Gobierno. En este encuentro participaron el arzobispo griego, Iosif Bosch; el Obispo anglicano, Brian Williams; el representante de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina, pastor Christian Hooft; el rabino Shimon Axel Wahnish y Sheij Salim Delgado Dassum, representante de la comunidad islámica.
“Hoy es revolucionario sostenernos en la esperanza y crear oportunidades; por eso invocamos al Espíritu Santo, fuerza y amor de Dios, para que nos ayude a fraguar los cimientos de la Patria, y así, entre todos, construir nuestra casa, nuestra amada Argentina”, subrayó García Cuerva.
En el Teatro Colón
A las 20:30 hs Milei fue agasajado con un espectáculo musical de altísima calidad interpretado por la orquesta del Teatro Colón, el repertorio elegido por el mandatario incluyó obras de Verdi, Bizet y Mascagni que tratan temas universales como la lucha por la libertad, el amor, la redención y el heroísmo en un contexto desafiante, reflejando aspectos fundamentales de la condición humana.
El programa completo: El Himno Nacional Argentino, Balada para un loco (Piazzolla-Ferrer) cantada por Raúl Lavié, Nabucco (Verdi), Coro d’introduzione “Gli arredi festivi”, Coro di schiavi ebrei “Va pensiero”, Carmen (Bizet), Nº 3 “Avec la garde montante”, Nº 26: Marcha y coro “Les voici”, Cavalleria rusticana (Mascagni), Aida (Verdi): Gran finale secondo y una Marcha triunfal para dar fin a una jornada que ya es imborrable para todos los argentinos.
Cobertura: Martín Fernández
Fotos: Prensa Senado de la Nación