Tras la reunión con el jefe de gobierno porteño, el presidente Alberto Fernández habló sobre los temas tratados durante la misma y ratificó la decisión de sostener las medidas anunciadas en el último DNU. “No queremos mandar a los chicos a que se enfermen, queremos mandarlos para que aprendan“, sostuvo.
En la mañana del día de hoy, tras la reunión que tuvo con Nicolás Trotta y, particularmente, con Rodríguez Larreta, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, se dirigió al pueblo para aclarar los puntos tratados con el jefe de gobierno porteño durante la reunión. La intención: “acercar tranquilidad y certidumbre” a la población con respecto a la vocación de ayudar a la gente y de evitar la mayor cantidad de contagios posibles.
“Terminamos una reunión con el jefe de gobierno de la CABA, (…) que se extendió por espacio de más de una hora, [en la que] pudo plantearme sus preocupaciones (…), sus miradas sobre el presente (…) y también escuchar (…) las razones por las cuales he tomado las medidas que tomamos”, comenzó. Dicha reunión había sido solicitada públicamente por el jefe de gobierno porteño en un anuncio del día anterior.
“Le expliqué algo que francamente siento -y que también siente Axel [Kicillof] no tengo ninguna duda-, que es que todos quisiéramos que se vuelva a la presencialidad educativa lo antes posible. (…) Todos los datos científicos (…) con los que contamos dan cuenta de que el problema no ocurre efectivamente en los colegios; lo que sí ocurre es que detrás de la presencialidad de los alumnos en los colegios se genera todo un movimiento social que incrementa mucho la circulación ciudadana y que es precisamente con ese mayor número de gente que circula (que algunos dicen que representa el 25, otros el 30, otros más del 30% de la gente que circula) que el riesgo de contagio crece“, expuso luego Alberto Fernández.
“(…) La verdad, es que lo que nosotros venimos viendo es que desde el día en que las clases han vuelto la curva de contagios ascendió precipitadamente. Y también lo que estamos viendo (…) es que en el área concreta de la CABA el mayor incremento de casos se da entre personas entre 9 y 19 años“, aclaró el presidente.
“(…) Le he señalado también con preocupación que hemos superado en la Ciudad largamente el pico más alto que reconocimos en la primera ola y también [que] en la última semana han vuelto a incrementarse el número de bajas, de fallecimientos, productos del covid. (…) A la luz de lo que me dicen los infectólogos y la comunidad científica es evidente que sólo reduciendo la circulación y el contacto humano podemos contener el número de contagio“, afirmó determinante.
De acuerdo con lo expuesto por el presidente, el nivel de saturación de camas en la Ciudad de Buenos Aires es realmente preocupante. Dicha saturación se debe a que en las clínicas privadas se tomó la determinación de intervenir a pacientes con patologías que no son urgentes y que actualmente están ocupando las camas que se necesitan para los pacientes con covid o pacientes con patologías urgentes. “Fue en esa confianza de que el covid estaba contenido que atendieron esas patologías que hoy ocupan un número muy importante de camas en la Ciudad de Buenos Aires“, contó, intentado aclarar por qué había subido tanto el número de camas ocupados cuando el número de pacientes por covid venía siendo menor.
“(…) El plan nuestro es reducir durante 15 días drásticamente la circulación porque reduciendo drásticamente la circulación vamos a reducir drásticamente los contagios y de ese modo vamos a dar tiempo al sistema sanitario de la Ciudad a ir liberando camas de las otras patologías y poder ponerlas para la atención exclusiva de enfermos de covid“, afirmó.
Bajo esa misma lógica, Fernández manifestó que ni Axel Kicillof ni él quisieran tener que “frenar la presencialidad pero no podemos no hacerlo en las condiciones en las que estamos. No podemos. He estudiado en la última semana cómo es el movimiento que genera en cada sociedad la puesta en marcha de la educación presencial y es francamente alarmante porque no es que se mueven alumnos: se mueven alumnos, se mueven docentes, se mueven no docentes, (…) transportistas, (…) padres, (…) madres. Un número muy importante de gente que, vuelvo a repetir, representa casi un tercio de la circulación presente“, agregó luego, dando luz a las razones que lo habían llevado a decidir frenarla a pesar de todo.
“Tengo una responsabilidad y la voy a hacer cumplir. Esto no es un acto de altanería, no es un acto de prepotencia. (…) Tengo la obligación de cuidar la situación del AMBA porque (…) es hoy el foco infeccioso más claro que tiene la Argentina y (…) el comienzo de clases coincide con el aumento de casos en la región“.
Finalmente, recordó que “es el relajamiento social lo que favorece los contagios y por eso las restricciones que hemos puesto a la gastronomía“, aunque dio la certeza de que “la gastronomía, como pasó el año pasado, va a ser auxiliada” aunque van “a ser estrictos porque no estamos con tiempo para dudar”.
“El virus no nos deja dudar. El virus no nos da tiempo cuando dudamos. Con el virus no negociamos y con el virus debemos ser inflexibles”, afirmó citando las palabras de la canciller Merkel, quien habló en la Cámara Baja, en Alemania, en pos de una modificación de una ley para que las medidas contra el virus se tomen a nivel federal. “No podemos esperar más: tenemos alrededor de 25.000 casos diarios. (…) Estamos en una situación muy difícil y tenemos que resolverla juntos (…) Si esto que estamos proponiendo funciona, (…) en 15 días la presencialidad [podrá] volver con más garantías y más cuidados. (…) Aspiro a que podamos hacerlo“, aclaró.
En reiteradas oportunidades Alberto Fernández aclaró que la conversación con Rodríguez Larreta había sido en buenos términos, en un marco de respeto y con la plena convicción de que ambos estaban buscando soluciones, dejando de lado los desacuerdos, desiluciones y desencuentros.
Asimismo, aclaró que desconocía de dónde surgió la duda con respecto a la remoción del cargo del Ministro de Educación de la Nación. “Nicolás tiene una mirada que yo comparto, nada más que él lo ve desde un punto de vista puramente educativo y ahora hay es prioridad lo médico y epidemiológico”