El día viernes 24 de julio falleció la pianista argentina Elsa Púppulo, máximo exponente de la cultura, quien representó lo más alto de la técnica junto a una hondura expresiva que la distinguió en el mundo.
“Para mí el arte es un camino de reconocimiento de uno mismo en la obra y en lo que uno hace. Creo que para el arte hay que ser valiente y eso es lo que intenté ejercitar en la vida. Es una lección que aprendí de mi maestro Giaccobbe”, Así de esta manera la pianista Elsa Púppulo, vivía el arte, como una filosofía de vida. Además hacía suya cada interpretación, sus manos volaban al compás de la música, tenía un sentimiento profundo que luego plasmaba en las teclas.
Su vida fue atravesada por la música desde que era muy chiquita, le gustaba todos los juguetes que hacían sonidos, pero el detonante que le despertó por esta pasión, fue un piano de juguete que le regalaron sus padres. A partir de ahí su amor por la música fue inseparable en toda su trayectoria.
Tras sus inicios en la ciudad de Bolívar, Elsa Púppulo comenzó sus estudios en el Conservatorio Nacional Carlos López Buchardo (hoy Departamento de Artes Musicales y Sonoras del IUNA) hasta graduarse con medalla de oro, debido a que tenía un promedio excelente. Estudió con grandes maestros, entre ellos Jorge Fanelli, Juan Francisco Giaccobbe y Alberto Ginastera. Todos tenían una escuela pianística diferente, por lo tanto ella fue tomando todo lo que le servía para sus interpretaciones. Era muy estudiosa de los períodos del barroco, el clasicismo y el romanticismo y realizó varias giras por toda la Argentina.
Luego desde 1974 viajó a europa para perfeccionarse en lo que es el piano de concierto y estudió con grandes personalidades como Ives Nat en Francia y con Guido Agosti en Italia, al mismo tiempo se presentó en destacados escenarios internacionales, tocando tanto como solista o con las mejores orquestas del mundo, bajo la batuta de grandes directores como Eduardo Mata, Janus Kulka, Yuri Simonov, Guillermo Scarabino y Jorge Fontenla, entre otros.
Entre sus principales obras se encuentran: los cuartos Conciertos para Piano y la Rapsodia de Rachmaninov, los dos Conciertos de Brahms, la Fantasía Húngara y Danza de los Muertos de Liszt, el Concierto para la Mano Izquierda de Ravel y Conciertos de Tchaikovsky, Schumann y Grieg.
Además de ser una notable concertista, también fue una gran docente desempeñándose en la cátedra Piano del Departamento de Artes Musicales y Sonoras. En la última entrevista que dio con Estela Telerman dijo que “hay enorme cantidad de jóvenes con talento, a los que aliento para que hagan. En el país es posible hacer muchas cosas y es la gente la que hace al lugar. Siempre les digo a mis alumnos que aunque toquen en un lugar pequeño o con un piano simple, deben hacerlo como si estuvieran en el Teatro Colón y no deben perder la capacidad de trabajo y la exigencia con ellos mismo”.
En el año 2002 grabó un DVD doble con el ciclo de los 24 Estudios de Chopin en el Teatro Colón. Este DVD incluye el concierto y una Master Class de tres horas de duración, donde se abordan la interpretación y la técnica. De esta manera dejó un legado musical maravilloso que seguramente se seguirá disfrutando para siempre.