La música en la época colonial

Así como ahora está de moda la cumbia, el reggaetón, el trap ¿que escuchaban los habitantes del Virreinato del Rio de la Plata? Un informe con los principales compositores y géneros musicales de la época.

La música que se escuchaba en el Virreinato del Rio de la  Plata venía a través de las partituras que llegaban en barco desde Europa, y eran interpretados por músicos locales. Hay que recordar que en aquella época no había discos, ni mucho menos Mp3, por lo tanto la música se interpretaba en vivo, en las tertulias y en las reuniones familiares, que solían empezar a las 6 de la tarde y culminaba a las doce de la noche.

Las tertulias era una oportunidad para que las personas se conozcan y charlen sobre distintos temas y algunos aprovechaban a buscar pareja. Las tertulias más conocidas eran las que se hacían en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson. La mayoría de las casas  donde se hacían estos encuentros pertenecían a la alta sociedad, la mayoría  tenían un arpa, un piano o un clavicordio.

 

La música que estaba de moda eran los Menuet,  antigua danza tradicional de la música barroca originaria de la región francesa de Poitou, que alcanzó su desarrollo entre 1670 y 1750, donde se bailaba distendido.

Otras piezas musicales  era los Rondó, que también eran de  melodías simples que se contrastaban  con un acompañamiento alegre, y que fueron adaptados a instrumentos como el piano, era más bien música profana de la edad media.

La Zarabanda era otra danza que se puso de moda en el virreinato, a diferencia  por ejemplo del Rondó y del Minueto es mucho más lenta, y se desarrolló en España  en el siglo XVII,  los pasos de baile era para cotejar a la dama, y por eso tenía pirotescos pasos sensuales.

También se bailaba  la bourrée, que era una danza más bien barroca de Francia del siglo XVII, era  de una melodía rápida. Además había otros géneros parecidos como  la  allemande que  era  una composición del siglo XIX y que se escuchó mucho en Alemania. Otras piezas que se pusieron de moda fueron las Gigas, el Courrante y las Gavottas. Todas son melodías cortesanas, y simples,  donde las melodías se presentaban de manera clara y repetitiva destinadas  para bailar en los grandes salones.

Pero las clases sociales que no pertenecían a la alta sociedad no podían asistir a las tertulias entre ellos se encontraban  los esclavos la mayoría  de origen africano,  donde se juntaban con tambores para tocar distintos cantos de su tierra natal, este tipo de encuentros se las llamaba tambos o tangos, su música tenían recursos muy similar al tango que escuchamos.

 

Los indios cantaban canciones rituales que fueron aprendiendo de generación en generación, y también hacían piezas de órdenes religiosas de las misiones jesuíticas del sigo XVII y que se hicieron muy populares en el virreinato.

Mientras tanto los gauchos, en las pulperías,  interpretaban con sus guitarras los Triunfos, los Cielitos,  que eran melodías autóctoctonas pero que seguían ciertos recursos y formatos musicales de la clase alta porteña, por ejemplo El Cielito   surgió en la región pampeana bonaerense, y que evolucionó a partir del Rondó y las contradanzas inglesas. El cielito que es folclórico por excelencia en Argentina, se denomina “Cielito de la Patria”.

También en las pulperías los gauchos cantaban La Payada, donde eran recitados improvisados acompañados por una guitarra.  A veces solían a ver contrapuntos con otros gauchos donde uno decía un verso y el otro le contestaba. En este tipo de recitados había historias sobre política, guerra, amores, conquistas, historias campestres, y noticias de actualidad. Vendrían a emular  a los juglares de la edad media, que iban cantando pueblo por pueblo los distintos acontecimientos que sucedían.

 

Otros bailes populares era la Zamacueca  baile que se popularizó en Perú en 1815,  y lo bailaban los mestizos, de ahí proviene la Zamba y la Cueca.  Otra música muy popular fue el Pericón, donde en las fiestas paganas salía la gente con pañuelo en mano para  hacer una gran coreografía. Allí  los hombres en línea diagonal y sus compañeras al frente  se desplazaban con pasos semicirculares, giros y contragiros.

                               

                                    Las estrellas de la música en 1810.

Así como en la década del 60 Litto Nebbia, Nito Mestre, Charly García, y  varias bandas argentinas  se alimentaban  de Los Beatles o los Rolling Stones, lo mismo sucedía en la música clásica. Donde los compositores del virreinato se inspiraban en las obras de Haydn, Mozart  y Beethoven que eran las máximas estrellas que triunfaban en Europa (ver nota: El mundo celebra el 250° Aniversario de Beethoven: El gran compositor que hizo cambiar el mundo de la música. Link: https://terminaldenoticias.com/250-aniversario-de-beethoven/) donde hago un repaso sobre cuáles son las principales composiciones que hacía Beethoven en Europa mientras acá se producía  la Revolución de Mayo.

Entre los músicos del Virreinato estaba Blas Perera que además de hacer el himno nacional, compuso romanzas, minuetos y mazurcas. (Ver nota: Curiosidades del Himno Nacional. Link: https://terminaldenoticias.com/curiosidades-del-himno-nacional-argentino/) donde hay una información más ampliada sobre este compositor.

Otro músico autóctono fue Amancio Alcorta,  nació en Santiago del Estero en 1805. Fue político y  además estudió flauta traversa en el viejo colegio de Monserrat. Compuso muchísimas obras para piano, algunas de estas fueron perdidas y recopiladas años después.  Tuvo muchas influencias del compositor Rossini.

Juan Pedro Esnaola inició sus estudios musicales de pequeño junto al presbítero José Antonio Picasarri, director musical de la Catedral de Buenos Aires y además tío de Esnaola. Las ideas férreamente monárquicas del tío, llevaron a ambos a emigrar a Europa entre 1818 y 1822.

Durante esos años, y todavía muy joven, Esnaola asistió al conservatorio de París, visitando también Madrid, Viena y Nápoles. Adquirió un destacado reconocimiento como “niño prodigio” en la interpretación del piano, y también como compositor, ya que en 1822, a los 14 años, compuso una colección de piezas para piano.

Sus dotes de instrumentista unidas a su formación europea le permitieron destacarse con facilidad, interviniendo en memorables conciertos junto a celebridades de la época. Sin embargo, Esnaola fue un intérprete de salón que se negaba rotundamente a subir a los escenarios de los teatros de Buenos Aires.

No hay muchos datos sobre cómo era el movimiento cultural en el virreinato del Rio de la Plata, pero se puede entrever que en  el  Teatro de la Ranchería se contaba con una orquesta que no sólo acompañaba expresiones escénicas con música, sino que tocaba “sinfonías”, seguramente oberturas en un único movimiento.

En torno del 25 de Mayo de 1810. En las páginas 28 y 29 de la edición del sábado 24 de marzo de 1810 del Correo de comercio, periódico fundado y dirigido por Manuel Belgrano, se inserta un anuncio alentador: se refiere a la academia de música instrumental que con permiso del gobierno ha vuelto a establecer Víctor de la Prada, apreciado flautista, que además enseñaba clarinete y fagot. Años después con el nacionalismo vinieron  autores como Alberto Williams, López Buchardo, Boero, Ugarte, Gilardi y Palma. De esta manera se fue construyendo la música nacional.

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