La pandemia de coronavirus, que obligó a suspender el fútbol y prácticamente todas las actividades deportivas a lo largo del mundo, abrió una novedosa situación para los futbolistas, que debieron suspender los entrenamientos y cumplir con un plan de entrenamiento individual, una adaptación del “home office”, mientras reina la incertidumbre sobre los plazos para que la pelota vuelva a rodar.
Preparadores físicos y médicos de distintas categorías del fútbol argentino fueron consultados acerca de esta inédita metodología que tiene como objetivo conservar la forma física de los futbolistas para afrontar el menor costo posible cuando las condiciones de salud permitan la normalización de la actividad.
“Es una situación nunca antes vivida. Nos enfrentamos con algo nuevo y que ataca a la salud de todos. En el caso de los deportistas de alta competencia, la única forma de encarar el tema es desde el compromiso que tenga cada uno. Podemos darle un plan de trabajo, pero todo pasa (como en la sociedad) por la responsabilidad y el cuidado de cada uno”, asume Mariano Mattia, integrante del equipo de preparadores físicos del plantel profesional de Ferro Carril Oeste, que juega en la Primera Nacional.
Mattia destaca que no en todos los clubes se tienen las herramientas para elaborar este nuevo tipo de entrenamiento y explica que “en un plantel de Primera División los jugadores tienen un dispositivo GPS para cada uno y transmiten desde sus casas la evolución del entrenamiento que se les dio. Por supuesto que no es lo mismo en un club del ascenso, cuyos jugadores no disponen de demasiados elementos y todo depende de monitoreo que hagan ellos por su cuenta y los ‘profes’ de cada institución”.
A la hora de elaborar un trabajo específico para los planteles en cuarentena, Agustin Solari, preparador físico de San Miguel, de la Primera C, subraya: “La rutina del entrenamiento cambia de lo grupal a lo individual; lo mas importante es que los jugadores no se queden sin hacer nada”.
En esa rutina a distancia, Solari coincidió en que la clave es “el compromiso de cada jugador para mantener el ritmo y la forma”, que naturalmente se verán afectadas por la diferencia de intensidad que supone un trabajo grupal en campo.
“Estamos ante un caso atípico. La idea es que los profesionales trabajen al menos una hora por día con estímulos semanales que deberán hacer en sus casas. Nada fácil. Algunos tienen elementos para entrenar y otros no. Pero esa es la realidad y en medio de ella tenemos que tratar de elaborar la rutina”, afronta el preparador físico de Alvarado de Mar del Plata, Adrián Villarreal.
“La situación se hace más complicada porque no se puede salir a correr al aire libre”, agrega el profesor del club marplatense que milita en la Primera Nacional.
Por su lado, Hernán Pittón, que trabaja junto a Luis Cairo en All Boys, también en la segunda división del fútbol argentino, comparó que el “parate de 15 días” dispuesto por la pandemia “es lo mismo que unas vacaciones” en cuanto a los efectos sobre el físico del jugador.
“Hay que trabajar no sólo en lo físico si no en lo anímico. Porque si el jugador no puede entrenar con el grupo no es lo mismo, más allá de los planes de trabajo que podemos darle para que hagan en sus casas el famoso ‘home office’. Nada es igual a trabajar con el grupo”, advierte.
Al momento de proyectar la vuelta a los entrenamientos colectivos, Pittón avisa que “los planteles necesitarán al menos de de dos semanas para retomar el ritmo físico y futbolístico”.
El médico de Talleres de Córdoba, Julio Ferreyra, estimó que si el futbolista “hace las cosas bien y se mueve una hora y media por día” durante la cuarentena “perderá sólo un 20 o 30 por ciento de su capacidad física”.
A su criterio, la rutina individual debe estar centrada en hacer “mucha bicicleta” y el control, al margen de la responsabilidad personal de cada jugador, lleva a cabo con “reportes de peso, fotos y aula virtual que permite ver lo que hacen”.
Por último, el médico de Huracán, Pedro Di Spagna, y su colega de Arsenal, Adrián Justo, focalizaron también la importancia de la alimentación como complemento del trabajo de conservación física. “En Huracán, el cuerpo técnico hizo un plan para cada jugador con el objetivo que no pierdan ritmo pero hubo mucho hincapié a nivel nutricional porque el gasto energético no es el mismo”, explicó.
“Al margen de las tareas para mantener el estado físico, a los jugadores de Arsenal se le presentó un plan de alimentación, en acuerdo con la nutricionista, para que no se excedan de peso”, indicó Justo.