A pesar de las medidas tomadas por el presidente, el estallido social que tuvo comienzo luego del aumento del boleto del subte continuo este fin de semana y se prepara una “Super marcha” para mañana lunes.
Tras 15 días de protestas y multitudinarias marchas a lo largo y ancho de todo el país trasandino, Sebastián Piñera decidió dar marcha atrás al aumento de 30 pesos en el subte.
Pero esta decisión política no apaciguo los ánimos de los chilenos quienes consideran que el aumento en el transporte público fue solo la gota que rebalso el vaso. Por eso centenares de ciudadanos alzan el grito de “No son 30 pesos, son 30 años.”
Los habitantes sienten que el modelo económico no cumple con los estándares de una sociedad justa y tiene una gran deuda social. Estas son: el sistema de pensiones, salud y desprotección, transporte público, privatización del agua, educación y movilidad social y abuso y corrupción.
Para el 4 de noviembre, la Mesa de Unidad Social que agrupa a más de 100 organizaciones sociales y sindicales, llamó a un “Súper lunes”. En el habrá marchas, concentraciones y cacerolazos en todo el país para visibilizar que el gobierno sólo profundiza la agenda neoliberal en lugar de atender la social.
El lugar clave será en la plaza de los tribunales de justicia, frente al ex Congreso nacional. Allí se exigirá a los legisladores que frenen proyectos de ley que “solo apuntan a profundizar las desigualdades” y que se encuentran “en las antípodas de las demandas que el pueblo chileno está exigiendo en las calles”, argumento la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa.
El conflicto comenzó el 18 de octubre con una protesta de estudiantes por el aumento del boleto, la cual se expandió a la sociedad. Esto llevo a multitudinarias marchas, paros generales contra Sebastián Piñera. La respuesta del gobierno fue reprimir, toque de queda y abuso de autoridad de las fuerzas armadas que dejaron 20 muertos, desaparición y denuncias de abuso.
[…] cambio de la Constitución fue la respuesta de la clase política a la ciudadanía en medio de las revueltas de 2019, por lo que una baja concurrencia a las urnas implicaría poca adhesión de la gente a esa salida […]