Boca, el equipo que dirige Miguel Ángel Russo consiguió sumar de a tres por primera vez en la Zona 2 de la Copa de la Liga Profesional tras vencer 1-0 a Newell’s en Rosario. Carlos Izquierdoz, de cabeza, marcó la diferencia ante un adversario que nunca se terminó de animar.
Ante la falta de fluidez que evidenció Boca en el empate 2-2 del debut ante Gimnasia, el entrenador apeló a cambios de nombres en pos de incrementar el volumen de juego. El juvenil Medina, con manejo de enganche pero posicionado de doble 5, se movió como socio de Cardona y se entendieron bien en los primeros minutos ante un local que dejó jugar a la visita en la salida. Villa, además, usufructuó las espaldas de Llano y por ese sector sonaron las alarmas para la Lepra.
A los 4 minutos, un pase atrás de Medina dejó al colombiano Edwin en buena posición de remate. Su intento pasó al lado del palo, ante un Aguerre que parecía vencido. A los 8′, el arquero se reivindicó: Villa fue hasta el fondo y, sin ángulo, lanzó un centro fuerte y al primer poste: el guardameta rechazó al córner.
Con el correr de los minutos, los rosarinos fueron ajustando el plan para cortar circuitos presionando a partir de la mitad de cancha y obligando a Zárate a jugar de espaldas. Pero sólo encontraron caminos para lastimar con balones largos a las bandas, en los huecos que dejaron Capaldo, y sobre todo, Fabra. Sufrieron la lesión de Bíttolo (ingresó Orihuela), pero en general mantuvieron el orden y la concentración.
A los 33 minutos, Boca volvió a arrimar peligro. Tras una proyección de Fabra, Villa probó de mediavuelta y Aguerre sacó al córner con una volada rasante. Pero se quedó en la propuesta. Y no pudo quebrar la resistencia leprosa antes del descanso.
La tónica del cotejo no varió en el segundo tiempo. El dueño de casa se animó un poco más en un par de ocasiones, como en la bicicleta mediante la cual Formica desairó a Izquierdoz y sacó un remate que contuvo Andrada. O en el pase a un toque de Scocco que derivó en un desborde que no terminó en grito para NOB.
Hasta que Boca, a los 24 minutos, halló la alegría en una de sus principales armas: la pelota quieta. Tras una falta que cosechó Zárate casi en el córner derecho, Cardona ejecutó magistralmente el tiro libre, e Izquierdoz, a la carrera, cabeceó con potencia al gol: 1-0.
Con el ingreso de Obando y disponiendo de espacios, el Xeneize fue más incisivo. Un hilo de gambetas del mediocampista zurdo terminó en una cesión para Villa, quien definió de primera y volvió a toparse con la buena noche del portero Aguerre.
Boca padeció un asedio tibio en los seis minutos de descuento. Apenas una acción individual con el sello de Scocco forzó a Andrada a un anticipo providencial. Es verdad, el campeón defensor no jugó un gran partido. Le costó la elaboración ante un rival que se preocupó más por contener que por lastimar. Así y todo, no ofreció grandes grietas, casi no le llegaron y volvió a golpear con el balón parado.